Dualidad, dual, duo

así me encuentro hoy, con mi mente disociada, en unos cuantos cachitos, pedacitos, trocitos. Esos cachines no son compatibles mas que conmigo, pero todos hablan de que la música está en el aire. Los teclados, los bajos y las voces, hacen distintas melodías, yo soy yo con todos ellos, ellos son todos armónicos conmigo. mi cuerpo baila y se enrosca a ellos con mucha facilidad, y me tocan y los toco, vibramos juntos. El sonido se desenvuelve en el aire, las moléculas se mueven con alegría. El teclado es dulce cual mielcitas y se deja acariciar con gusto. El bajo es la esencia....que sería la música sin los bajos y que sería yo sin la música. La voz juega y dice de muchas maneras, ella me habla y yo siempre le contesto, no me dice siempre lo que quiero escuchar, me escupe lo que soy, me transporta hacia un cielo que es mas mágico por ser real. La droga es tan parte de este ritual sagrado como nuestros dedos, y nuestro pelo, y nuestras endorfinas, y nuestra transpiración. Nos revolcamos como chanchitos en nuestras propias cenizas y nunca dejamos que la llama se extinga, todo tiene la chispa adecuada, nos exaltamos de principio a fin, no fingimos cuando gemimos, ni cuando lloramos, ni cuando reímos, y cuando cantamos nos vemos el alma. El fuego ilumina nuestros ojos desmesurados por los alucinógenos que nos introducen en este ritual sagrado. la dualidad es la esencia del ritual, los elementos se combinan formando un momento único, todos somos nada sin el otro, el todo no es mas que la suma de las partes, las partes no existen sin el todo......cómo concluir el ritual?; cómo dejar de moverme con ese sonido celestial?; cómo no se enfurecerán los dioses si dejo de hacerlo?.....solo me resta decir "que triste sería la vida sin música!!".